Postales desde Túnez ( I Parte)

Túnez fue mi primer viaje al continente africano, y de esto ya hace muchos años, nada menos que en el verano del 2002! A pesar del tiempo que ha pasado, he sentido la necesidad de escribir sobre este destino porque son de esos viajes que por el motivo que sea, los mantienes vivos en tu memoria. 

Por aquella época, un viaje muy diferente de lo que había visto hasta entonces... Me enamoraron sus zocos, me sorprendió la pobreza en la que viven muchas familias y condiciones en las que viven, me fascinó dormir bajo un manto de estrellas en medio del desierto, y después ver amanecer a lomos de un dromedario...hay imágenes que guardo en mi memoria como postales de un viaje, y este viaje es...Túnez.

Nuestro paso por Túnez duró una semana, 7 días para recorrer en un circuito en 4x4 de norte a sur el país, viendo los puntos más destacados.

Se trataba de un viaje organizado, uno de los que ahora reconozco que intento evitar, pero de aquella solo había probado la "aventura" de viajar por libre, el verano anterior, con un Interrail por Europa; así que aún tenía poca experiencia y el hecho de que fuera África y de tener que adentrarse en el desierto pues...pensaba que podría ser difícil o peligroso. Supongo que era ignorancia por el desconocimiento, porque entonces el acceso a la información de internet no era la misma que ahora, porque no había esos maravillosos cuadernos de bitácoras que nos cuentan la experiencia de otros viajeros y porque no sabíamos que Túnez era el país más "europeizado" de África... En fín, que así lo hicimos, y aún así tuvo su parte también de aventura ;-) , y al viajar en un 4x4, el grupo de personas que íbamos era bastante reducido, con lo que hicimos nuevas amistades durante el viaje.

Día 1

El viaje comenzó en Soussa (Susa), situada en la costa este de Túnez. Se trata de una de las principales ciudades del país, en la que muchos tours empiezan o acaban aquí para disfrutar también de unos días de playa, aunque las playas bastante oscuras no llamaron especialmente mi atención. Nosotros aprovechamos el día para pasear por la medina y dejarnos perder por sus

laberínticas y estrechas calles de los zocos. Me sentía atraída por muchos artículos de marroquinería, pufs, bolsos, lámparas de pie, cachimbas, jaulas... Era lunes, un día tranquilo para el zoco, muchos turistas se van y otros muchos llegan, y ellos saben que pocos compran el primer día... Aún no estaba puesta en el arte del regateo, pero constantemente me sentía obligada a entrar a un bazar tras otro, a preguntar y aprender en este arte de comprar, pues no está bien visto el no regatear, y sino lo haces, ellos mismos te incitan y poco a poco vas cogiendo gusto a hacerlo. Los precios serían los mejores que tuvimos en todo el viaje, pero al día siguiente partíamos en un circuito en 4x4, nuestro equipaje iría en la parte de arriba del jeep, así que las compras mejor para el final, para no cargar y evitar que se rompiera nada.

Día 2

Hoy emprendíamos el circuito por Túnez y tras unas presentaciones del guía y demás compañeros de viaje, arrancamos nuestra ruta. No muy lejos de Soussa se encuentra El Jem, se trata del mayor anfiteatro romano de África y uno de los mejores coliseos del mundo. Fue considerado Patrimonio de la Humanidad en 1979.

Hay varias leyendas en torno al anfiteatro como que bajo su arena se esconde un tesoro o que hay un túnel subterráneo que comunica con el mar. Se dice que la reina bereber Kahina lo utilizaba para conseguir provisiones mientras que se escondía en el coliseo durante el asedio romano, pues estos pensaron que se rendiría por falta de alimentos y agua pero allí consiguió mantenerse durante 4 años.

Tras esta visita seguimos avanzando hacia el sur, poco a poco el terreno se va haciendo más inhóspito y desértico. Suaves colinas de tierra casi blanca y algunos arbustos y matorrales desperdigados.

Un paisaje que me recuerda a Almería, donde también se rodaron algunas películas del oeste. Hacemos una breve parada, en un mirador para ver bien estas tierras, no se ve nada alrededor, un paisaje desolador...y un aire caliente azota nuestras caras. Algunos lo miran maravillados... pero yo no sé si porque me es más familiar, a mi no me sorprende tanto.

Cada vez más cerca del desierto, y llegamos a Matmata. Una parada que hay que marcar en el mapa si se hace un viaje a Túnez.

¿Qué ver en Matmata?

En esta zona se encuentran los pobladores más antiguos de Túnez, los bereberes, tribus nómadas que buscaron su asentamiento en las tierras más duras de este país, en el desierto. Para poder soportar las altas temperaturas hicieron sus casas bajo la tierra, dando lugar a las famosas casas trogloditas, que muchos recordaran haber visto en la película de la Guerra de las Galaxias.

Otra ventaja de este tipo de viviendas es que desde la lejanía apenas se aprecian estos enormes huecos que se abren en el suelo, lo que los hacía invisibles ante los enemigos invasores.

Tuvimos la oportunidad de visitar una de estas viviendas y ver cómo vive una de estas familias bereberes.

A la entrada una mujer nos recibe moliendo grano, para hacer pan que luego nos ofrecerá a probar.

La familia nos muestra su vivienda, estancias pequeñas, sencillas, oscuras y frescas. Nos explica que sus paredes son cubiertas de una pintura blanca, así como el soporte de su cama, hecho también de arcilla y tierra, para protegerse de escorpiones y otros bichos. Viven humildemente y se nota que están acostumbrados a recibir a forasteros como nosotros, curiosos de conocer su forma de vida.

Desde allí no muy lejos nos espera nuestro asentamiento, un hotel a las afueras de Matmata. Los hoteles que escogimos, dimos gracias que fueran de 4-5 estrellas y no de 3-4, porque según fuimos acercándonos al desierto parecía que esas estrellitas iban cayendo. Las habitaciones bastante básicas y no sabría decir si limpias o seguras..., sobretodo cuando uno mata a un pequeño escorpión que se ha colado en la habitación!

Lo mejor es que hay una piscina y después del calor que hemos sufrido todo el día, un chapuzón viene genial. El agua no se ve muy limpia, claro que allí es un bien muy preciado y no están para cambiarla todos los días...aún así no te importa... hasta que tus pies tocan el suelo de la piscina por casualidad y notas como resbala, y te da un poquito más que asquete ... hora de salir, ya estamos fresquitos, y desde la piscina contemplamos en medio de la nada un bonito atardecer.

Por la noche, para acabar el día, disfrutamos y compartimos con los nuevos amigos unas cachimbas y un típico té de yerbabuena.

Día 3
Nuevo día para descubrir más parajes del desierto de Tataouine, escenario de multitud de escenas de la Guerra de la Galaxias y otras muchas películas.

Nos dirigimos hacia Ksar Haddada, un antiguo refugio que los nómadas bereberes utilizaban para refugiarse de los ataques y que también conservan las ghorfas, una especie de graneros del S.XVII. Este conjunto de construcciones recibe el nombre de "ksars" , los castillos del desierto. 

Ksar Hadda reconstruida y arreglada para el turismo, fue la ciudad escogida por George Lucas en el planeta de Tatooine para el rodaje de "Star Wars I : La amenaza fantasma".

Seguimos avanzando por el desierto de Tataouine, y nos acercamos a una pequeña población, Chenini. Aunque parezca mentira en estos montes pelados se ve alguna cabra y alguna persona que debe habitar esas "viviendas" que parecen derruidas entre las piedras de la ladera, y es que estas viviendas trogloditas, de origen bereber, que el día anterior habíamos visto bajo tierra, también pueden verse colgadas sobre estas paredes rocosas. Se hace difícil pensar que se puede sobrevivir en esas condiciones...

Esto está todo tan pelado, que si a uno le entran ganas en el camino... esto es el "toilette" improvisado.

Hoy pasaremos una noche muy especial, nos acercamos a Douz, conocido como la puerta de entrada al desierto del Sáhara y dormiremos en un campamento de haimas situado en un pequeño oasis de palmeras en medio de la nada.

Reconozco que quizás fue la parte más incómoda del viaje. Cenamos alrededor de una fogata con música de tambores, en la que no faltó hasta una pequeña tormenta de arena! y luego sudados y sintiendo los pequeños y molestos granos de arena pegados en nuestros brazos y rostros sin poder ducharnos nos fuimos a la cama... La opción de ducharse he de decir que existía, pero podéis imaginaros como podría ser esta hazaña en medio del desierto. Una improvisada ducha de la que caía tan solo un hilo de agua y en la que nada más salir era difícil no volver a pringarse de arena. Además el calzado cerrado era lo más aconsejado, nada de chanclas en el desierto para evitar picaduras inoportunas de algún escorpión, así que con este panorama lo mejor era aguantar así hasta el día siguiente.

Las haimas eran pequeñas y tan oscuras que no veíamos ni nos removíamos bien, y una buena elección del grupo fue sacar las camas fuera. Las juntamos todas, remetiendo bien las sábanas para evitar que ninguna alimaña pudiera trepar por ellas y con nuestros zapatos colgadas en el poste de la haima dormimos todos arrejuntados como si eso fuera a protegernos más de cualquier bicho.(Yo por si acaso busqué estar en la cama del medio jajjajaj)
La temperaturas bajaron bastante durante la noche, cosa que se agradecía después de pasar tanto calor durante el día. Una noche especial el dormir bajo un manto plagado de estrellas... pero más especial fue cuando nos levantamos nada menos que a las 4.30-5.00 am para ver el amanecer.

Día 4

Nuestros dromedarios estaban ya casi a punto para disfrutar de uno de los momentos más mágicos del viaje.

El sol poco a poco se iba poniendo, y nosotros avanzábamos entre las dunas rojas del desierto. Los beduinos que nos acompañaban a pie iban descalzos!!! y yo me preguntaba tanta advertencia con los escorpiones a los turistas y ellos que???



La excursión duró algo más de 2h entre ida y vuelta. Cuando llegamos a una especie de ruinas hicimos una breve parada, y allí dromedarios y nosotros descansamos.

A lo lejos se divisaba el oasis donde estaba nuestro campamento, parecía increíble todo el recorrido que habíamos hecho entre esas dunas.

Al día siguiente tenía la espalda resentida y dolorida del largo paseo, pero es algo que volvería a repetir sin duda, si volviera hacer un viaje como este. Una experiencia increíble.

Abandonamos el campamento, pero antes de dejar Douz paramos en su mercadillo semanal que se monta todos los jueves : alfombras, pañuelos, rosas del desierto, basijas, especias... parece que regresábamos a la civilización :-)

Y tras unas pequeñas compras cogimos la carretera que une Kebili con Tozeur , y que atraviesa el inmeso lago salado del Chott El Jerid, el más grande de toda África. Durante el verano permanece seco, y los cristales de sal bajo el sol provocan espejismos, creando un paisaje increíble.Una única carretera que atraviesa un paisaje que parece extenderse hacia el infinito.

Una de las cosas más típicas en Túnez son la rosas del desierto. Este tipo de rocas se forman en los desiertos por diversas capas de yeso, arena y agua, y su resultado es tan caprichoso como el que veis en esta foto.

Las encontraréis en todos los sitios como pequeño souvenir, aunque las podéis encontrar en el desierto sin necesidad de tenerlas que comprar. Esta era un poco grande para llevárnosla... :-)

Un día muy largo que finalmente tuvo una grandísima recompensa, nuestro maravilloso y más perfecto hotel a las afueras de Tozeur. Un hotel de 5 estrellas que parecía sacado del cuento de Mil y una Noches, salones majestuosos y un bonito jardín donde se encontraba entre palmeras la mejor de las piscinas. Y como estoy de suerte con la memoria, las fotos y google imágenes (que también ayuda jejejje) he dado con cuál fue esa estancia que siempre recordaré de nuestro paso por Tunez, el Hotel Dar Cherait. Todas las incomodidades sufridas durante días anteriores fueron compensadas con creces con este maravilloso hotel, donde recobramos fuerzas y dormimos como marajas.

El hotel organizaba también cenas con espectáculos en pleno desierto en unas inmensas haimas y por supuesto... tampoco quisimos perdérnoslo! Así que, así dábamos por finalizado otro día más ;-)

                                                                                             To be continued...

Artículos relacionados con este viaje:
1º Postales desde Túnez ( I Parte)
2º Postales desde Túnez ( II Parte)