En nuestra escapada a Lisboa contábamos con varios días para ver bien la ciudad y para conocer algunas poblaciones de los alrededores. En esta entrada os enseñamos esos lugares a los que fuimos desde la capital.
Excursiones desde Lisboa : La Riviera Portuguesa
Excursiones desde Lisboa : La Riviera Portuguesa
1) SINTRA, el pueblo más romántico de Portugal, se convirtió en el siglo XIX en la residencia veraniega de la familia real portuguesa y fue fuente de inspiración de muchos escritores, músicos y pintores. Está sólo a unos 30 km de la capital, y se puede ir en autobús o en tren. Esta última opción creo que es la mejor, además si estas alojado en la Baixa como nosotras, podrás coger el tren en la misma estación de Rossio. Una forma fácil, rápida y económica de llegar.
Esta villa portuguesa tiene un encanto especial, que atrae a cientos de turistas que vienen a pasar el día desde la capital. Con una gran riqueza arquitectónica y paisajista, Sintra ha sido considerada Patrimonio de la Humanidad. Son de esos sitios que te trasladan a la época de los castillos y los palacios, una marcha atrás en el tiempo, que te sumerge en un cuento, y del que volverás perdidamente enamorado.
¿Qué ver en Sintra?
¿Qué ver en Sintra?
El pueblo de Sintra está lleno de estrechas, empinadas y laberínticas calles. El centro histórico no es muy grande, así que un breve recorrido te llevará hasta el Palacio da Sintra, fácilmente reconocible por sus famosas chimeneas cónicas.
En lo alto de la Sierra de Sintra se alza el Palacio da Pena y el Castillo de los Moros. Para poder ir hasta allí, está un poco lejos, aunque se puede ir andando, pero ten presente que el trayecto es largo y cuesta arriba. Nosotras, como la gran mayoría de los turistas, decidimos coger un autobús urbano que hace esta ruta, pa' que cansarnos...
El Palacio da Pena, es para mi, sin duda lo mejor de Sintra! Fue el príncipe Fernando II de Portugal en 1836 quien mandó construir este enorme palacio de colores, máxima expresión del estilo romántico de esta época. Es imposible ir y no sentirse ahí como una princesa... ;)
No muy lejos de allí, en otra colina algo más elevada se alza el Castillo dos Mouros, que se remonta a las invasiones musulmanas, a la época medieval. Sobre esta cumbre maciza, serpentean las murallas de este castillo en ruinas, que puedes recorrer y desde donde tendrás unas magníficas vistas de Sintra y el Palacio da Pena.
Saliendo del centro histórico de Sintra, y no muy lejos, también podéis hacer la visita de otro Palacio que recomiendan bastante, pero que por falta de tiempo nosotras no hicimos, Quinta da Regaleira, el cual se relaciona con los Templarios y la Masonería!
En lo alto de la Sierra de Sintra se alza el Palacio da Pena y el Castillo de los Moros. Para poder ir hasta allí, está un poco lejos, aunque se puede ir andando, pero ten presente que el trayecto es largo y cuesta arriba. Nosotras, como la gran mayoría de los turistas, decidimos coger un autobús urbano que hace esta ruta, pa' que cansarnos...
El Palacio da Pena, es para mi, sin duda lo mejor de Sintra! Fue el príncipe Fernando II de Portugal en 1836 quien mandó construir este enorme palacio de colores, máxima expresión del estilo romántico de esta época. Es imposible ir y no sentirse ahí como una princesa... ;)
No muy lejos de allí, en otra colina algo más elevada se alza el Castillo dos Mouros, que se remonta a las invasiones musulmanas, a la época medieval. Sobre esta cumbre maciza, serpentean las murallas de este castillo en ruinas, que puedes recorrer y desde donde tendrás unas magníficas vistas de Sintra y el Palacio da Pena.
Saliendo del centro histórico de Sintra, y no muy lejos, también podéis hacer la visita de otro Palacio que recomiendan bastante, pero que por falta de tiempo nosotras no hicimos, Quinta da Regaleira, el cual se relaciona con los Templarios y la Masonería!
2) CASCAIS Y ESTORIL
Cascais y Estoril son las típicas ciudades de veraneo, muy próximas a Lisboa, a tan solo 20 kms, y para llegar a ellas, la mejor manera es coger el tren en la estación Cais do Sodré.
Antiguamente Cascais fue un pueblo pesquero, pero fue la familia real portuguesa quién lo fue poniendo de moda como lugar de veraneo a finales del siglo XIX, y la aristocracia comenzó a construir allí sus residencias de veraneo, convirtiéndose finalmente en lo que es hoy, aunque sus años de gran apogeo, lleno de gente de la gran jetset, terminaron.
Cascais y Estoril no son muy grandes, y hay una distancia de 3 kms. entre ellas, así que perfectamente puedes visitar en el mismo día las dos, es más, habrá en algún momento que no sabrás si esas calles pertenecen a uno u otro lugar.
Nosotras al final dedicamos dos días de nuestra semana en Lisboa a esta zona, pero esto es lo que nos pasó...
El primer día se nos hizo un poco tarde por la mañana, y para nuestra sorpresa descubrimos un puesto de bicicletas gratuitas para recorrer Cascais (a pesar de los años que hace de este viaje, esto sigue existiendo), lo cual era perfecto porque así podríamos ir hasta la famosa Playa do Guincho, un poco más alejada. El plan no salió bien este día, porque no les quedaba ninguna bicicleta, y cansadas de esperar por si devolvían alguna, decidimos que volveríamos al día siguiente para hacer esta excursión y pasar el día por estas playas, y hoy lo dedicaríamos a pasear por estas dos ciudades.
Recorrimos el centro de la ciudad de Cascais, y después caminando por el paseo de la playa llegamos a uno de los palacios más destacados que la alta sociedad había construido aquí, el Palacio de los Condes de Castro Guimaraes, o también conocido como la Torre de San Sebastian , precisamente por su torre de estilo medieval. Este palacio fue donado a Cascais por los Condes de Castro y hoy en día se ha convertido en un museo. Tanto el palacio como los jardines en los que se encuentra están muy cuidados e invitan a pasear por él.
Muy cerca de allí, llegamos a la parte más chic, al puerto deportivo, donde uno puede sentarse en alguna terraza a tomarse algo o aprovechar para ir de tiendas. Tentadas, entramos y picamos...
Al día siguiente, de nuevo regresamos a Cascais, pero esta vez temprano para asegurar las bicas, como dicen ellos. Ahora sí que podríamos ir a la famosa Playa do Guincho, que se encuentra a 9 kms. de Cascais. Hay una vía para bicicletas que va bordeando toda la costa hasta allí. La primera parada que hicimos fue en Boca do Inferno a 1 km desde donde partimos. Una espectacular gruta que el agua ha ido formando por la erosión. Dicen que en días en que el mar está embravecido, el estruendo que se provoca al chocar las olas es tal, que parece el mismísimo diablo enfurecido!
Seguimos avanzando por la ciclovía y haciendo alguna que otra parada más, hasta llegar finalmente a la Playa do Guincho. Una playa abierta, donde generalmente suele hacer mucho aire, por lo que es buena para la práctica de algunos deportes como el kitesurfing.
A nuestro regreso a Cascais y queriendo sacarle más provecho a nuestras bicas, quisimos recorrer de nuevo el trayecto que une las playas de Cascais y Estoril, pero nos llamaron la atención porque por la playa de Tamariz (Estoril) no se puede ir en bicicleta ni tampoco llegar hasta Estoril con ellas, aunque en nuestro caso el mal ya estaba hecho...será bueno saberlo para la próxima ;)
Y de esta manera concluyen así nuestras excursiones por la Riviera Portuguesa...
¿Y tú, qué otras excursiones nos recomendarías desde Lisboa?
Artículos relacionados con este viaje:
1- De paseo por Lisboa
2- Sintra, Cascais y Estoril
El palacio da pena es impresionante y muy diferente con esos colores!! pero os recomendamos si volvéis algún día que visitéis Quinta da Regadeira, jeje, igual te hace plantearte si el palacio es lo mejor de Sintra ;)
ResponderEliminarNosotros al palacio de los moros no fuimos al final no nos dios tiempo... nos tendremos que acercar en la siguiente visita.
Un abrazo!
No hay nada como dejarse algo por ver en los viajes para tener la excusa perfecta para volver jejejje
EliminarLa próxima nosotros Quinta da Regadeira y vosotros el Castillo de los Moros ;-)
Un abrazo