Nuestro viaje familiar por los países nórdicos comenzaba en Copenhague, la capital de Dinamarca. En mi recuerdo está como la ciudad de los canales y de la sirenita. Una ciudad limpia, ordenada, y tranquila, pero también alegre y con un ambiente que invita a estar en la calle.
El día que llegamos teníamos aún tiempo para aprovechar la tarde en la ciudad, así que un buen paseo como toma de contacto nos hizo ver ya el encanto de esta ciudad, de sus pintorescas casas , de sus calles llenas de cafés y terrazas para sentarse. Si encuentras que a pesar de ser verano ha refrescado demasiado a la tarde, no te preocupes porque unas buenas mantitas sobre las sillas de las terrazas seguro que no faltaran. El caso es disfrutar de este buen ambiente que se respira en las calles de Copenhague, una ciudad que hace que uno se sienta a gusto desde el momento que llega, en la que es fácil moverse, y la que parece que sin querer te marca un ritmo más pausado como para que la saborees.
¿Sabías que Copenhague está considera como la ciudad más feliz del mundo? Sí, y no son porque estén siempre con la sonrisa de oreja a oreja, bueno a lo mejor también, sino es por su magnífica calidad de vida.
Los puntos más importantes de la ciudad pueden ser vistos en dos o tres días perfectamente, así que allá vamos...
Si estáis alojados por el centro, como nosotros, veréis que todo está relativamente cerca, aunque ya se sabe que al final del día uno siempre acaba igualmente reventado de tanto darle al zapato. Otra opción es cambiar el zapato por el pedal. Será por bicicletas en esta ciudad ...
Esta ciudad está llena de palacios y parques. Uno de los que encontraréis en pleno centro es el Palacio de Christianborg, situado en lo que se conoce como Slothomen, una pequeña isla que se forma en el centro de la ciudad, flanqueada por varios canales a cada lado y por el puerto. En esta hay varios museos, aunque nosotros no sentimos mucha curiosidad por entrar en ninguno de ellos.
Lo bueno del principio de los viajes, es el entusiasmo y la fuerza con la que se cogen, así que el primer día faltaron manos para abrir el mapa y tener guías, cosa que me encanta ya que a veces a uno le gustan que le lleven sin tener que preocuparse de que calle es esta o cuál es la manera más corta de ir a... a dónde decíais que querías ir?
Bueno, por la mañana acabamos paseando por algunos de sus parques, pero después de dar varias vueltas nuestros pies se dirigían claramente hacia la "ciudad libre" de Christiania, uno de los puntos más visitados de la ciudad, y uno por los que sentía gran curiosidad.
Frente a la organizada y civilizada Copenhague está la versión más hippie de esta ciudad, y esto es Christiania, formada por una comunidad alternativa que empezó a surgir en los años setenta. Uno de los motivos por los que se hizo famoso este barrio era porque aquí estaban permitidas la venta y consumo de drogas blandas. Hoy en día la realidad es que este barrio no está bien visto y hay continuas redadas por lo que verás a los christianitas que miran con recelo al turista con su cámara colgada al cuello, ya que en el centro del barrio no están permitidas las fotos porque esto puede causarles graves problemas con la policía. La zona aunque la vimos bastante desangelada, tenía algunas tiendas de ropa y accesorios hippies, y algún que otro bar en el que aprovechamos hacer una paradita, tomarnos algo, y ya de paso relajarnos con el aroma de María. Vamos que con tanto ambiente concentrado, uno se va muy happy de allí ;)
Otro de los lugares más visitados es el parque de atracciones de Tívoli, donde acabamos el día. Nosotros no es que seamos mucho de este tipo de parques ni de atracciones fuertes, pero este no es el típico parque de atracciones en las que vas buscando precisamente emociones fuertes. Se trata del parque de atracciones más antiguo del mundo, inagurado hace más de 160 años. Los jardines, la decoración que intenta mezclar lo antiguo y moderno, los pasacalles, los espectáculos..., sin duda, merece una visita. El mejor momento es por la tarde hasta que empieza a oscurecer,porque es con la iluminación cuando aún se ve más bonito.
Frente al Tívoli se encuentra la Plaza de Ayuntamiento, siempre llena de gente. Este se ha convertido en un punto de referencia en la ciudad, donde todo el mundo queda. La fachada del Ayuntamiento y alrededores están adornados con esculturas que hacen referencia a la mitología nórdica. También en un lateral encontraréis la escultura del famoso escritor Hans Christian Anderson.
Todas estas visitas están muy bien, pero como comenté, para mi el mayor encanto está en los canales, así que en este viaje no faltó un crucero para ver la ciudad desde el agua. Los barcos salen desde Nyhavn y Gammel Strand, y hacen un recorrido por algunos canales de la ciudad y por el puerto desde el que se ven algunos de los puntos importantes de la ciudad.
Nosotros aprovechamos el trayecto para bajarnos un poco más al este, donde se encuentra la famosa sirenita, convertida en un símbolo de la ciudad. Un poco pequeña para lo que uno espera, pero que atrae todas las miradas y objetivos de las cámaras. Podríamos decir que es la turistada de Copenhague, pero bueno...yo tampoco quise quedarme sin la foto jejjejej
En esta zona encontraréis varias cosas para ver, por un lado junto a la sirenita se encuentra la ciudadela fortificada y militar del Kastellet, con unos bonitos jardines alrededor para pasear.
Y también muy cerca se encuentra otros dos edificios importantes, la Catedral de Mármol y la residencia real danesa, el Palacio de Amalienborg. Un inmenso palacio formado por 4 edificios que se disponen alrededor de la plaza de Amalienborg. Un buen momento en el día para ir es hacia las 12.00 p.m, que es cuando está el cambio de guardia.
Además de todas estas visitas también podéis ir al barrio latino, que es la zona de ambiente universitario, subir a la torre de redonda de Rundetarn desde donde se contempla el casco antiguo, ver el palacio de Rosenborg Slot, o incluso los muy cerveceros aprovechar hacer una visita al museo de la cerveza Carlsberg. Sin embargo aunque hagáis muchas de estas y otras visitas, la esencia de esta ciudad se recoge en la calle de Nyhavn, para mi el alma de esta ciudad. Un canal concurrido, alegre, lleno de terrazas y locales a ambos lados del canal, sus casas de colores. Siempre es un buen momento, de día o de noche para darse una vuelta por aquí.
¿Sabías que Copenhague está considera como la ciudad más feliz del mundo? Sí, y no son porque estén siempre con la sonrisa de oreja a oreja, bueno a lo mejor también, sino es por su magnífica calidad de vida.
Los puntos más importantes de la ciudad pueden ser vistos en dos o tres días perfectamente, así que allá vamos...
Si estáis alojados por el centro, como nosotros, veréis que todo está relativamente cerca, aunque ya se sabe que al final del día uno siempre acaba igualmente reventado de tanto darle al zapato. Otra opción es cambiar el zapato por el pedal. Será por bicicletas en esta ciudad ...
Esta ciudad está llena de palacios y parques. Uno de los que encontraréis en pleno centro es el Palacio de Christianborg, situado en lo que se conoce como Slothomen, una pequeña isla que se forma en el centro de la ciudad, flanqueada por varios canales a cada lado y por el puerto. En esta hay varios museos, aunque nosotros no sentimos mucha curiosidad por entrar en ninguno de ellos.
Lo bueno del principio de los viajes, es el entusiasmo y la fuerza con la que se cogen, así que el primer día faltaron manos para abrir el mapa y tener guías, cosa que me encanta ya que a veces a uno le gustan que le lleven sin tener que preocuparse de que calle es esta o cuál es la manera más corta de ir a... a dónde decíais que querías ir?
Otro de los lugares más visitados es el parque de atracciones de Tívoli, donde acabamos el día. Nosotros no es que seamos mucho de este tipo de parques ni de atracciones fuertes, pero este no es el típico parque de atracciones en las que vas buscando precisamente emociones fuertes. Se trata del parque de atracciones más antiguo del mundo, inagurado hace más de 160 años. Los jardines, la decoración que intenta mezclar lo antiguo y moderno, los pasacalles, los espectáculos..., sin duda, merece una visita. El mejor momento es por la tarde hasta que empieza a oscurecer,porque es con la iluminación cuando aún se ve más bonito.
Frente al Tívoli se encuentra la Plaza de Ayuntamiento, siempre llena de gente. Este se ha convertido en un punto de referencia en la ciudad, donde todo el mundo queda. La fachada del Ayuntamiento y alrededores están adornados con esculturas que hacen referencia a la mitología nórdica. También en un lateral encontraréis la escultura del famoso escritor Hans Christian Anderson.
Todas estas visitas están muy bien, pero como comenté, para mi el mayor encanto está en los canales, así que en este viaje no faltó un crucero para ver la ciudad desde el agua. Los barcos salen desde Nyhavn y Gammel Strand, y hacen un recorrido por algunos canales de la ciudad y por el puerto desde el que se ven algunos de los puntos importantes de la ciudad.
Nosotros aprovechamos el trayecto para bajarnos un poco más al este, donde se encuentra la famosa sirenita, convertida en un símbolo de la ciudad. Un poco pequeña para lo que uno espera, pero que atrae todas las miradas y objetivos de las cámaras. Podríamos decir que es la turistada de Copenhague, pero bueno...yo tampoco quise quedarme sin la foto jejjejej
Intentando competir con la sirenita... |
En esta zona encontraréis varias cosas para ver, por un lado junto a la sirenita se encuentra la ciudadela fortificada y militar del Kastellet, con unos bonitos jardines alrededor para pasear.
Y también muy cerca se encuentra otros dos edificios importantes, la Catedral de Mármol y la residencia real danesa, el Palacio de Amalienborg. Un inmenso palacio formado por 4 edificios que se disponen alrededor de la plaza de Amalienborg. Un buen momento en el día para ir es hacia las 12.00 p.m, que es cuando está el cambio de guardia.
Además de todas estas visitas también podéis ir al barrio latino, que es la zona de ambiente universitario, subir a la torre de redonda de Rundetarn desde donde se contempla el casco antiguo, ver el palacio de Rosenborg Slot, o incluso los muy cerveceros aprovechar hacer una visita al museo de la cerveza Carlsberg. Sin embargo aunque hagáis muchas de estas y otras visitas, la esencia de esta ciudad se recoge en la calle de Nyhavn, para mi el alma de esta ciudad. Un canal concurrido, alegre, lleno de terrazas y locales a ambos lados del canal, sus casas de colores. Siempre es un buen momento, de día o de noche para darse una vuelta por aquí.
Las mejores cosas en la vida son las personas que queremos, los lugares en los que hemos estado, y las memorias que hemos hecho en el camino.
To be continued...
Artículos relacionados con este viaje:
1ºEl último viaje...
2º Be happy en Copenhague
3º Con la música a otra parte... Malmö y Göteborg
4º Entre vikingos, Oslo
5º Bergen y los Fiordos Noruegos
6º Más Fiordos Noruegos y llegada a Trodheim
7º Estocolmo, final de trayecto
Pues oye!! es mas guapa la sirenita de la izquierda eh ;)
ResponderEliminarjajajjajaj será el pose que es más natural ;)
EliminarMe encanta CPH, que ciudad!
ResponderEliminarTu la visitaste en familia, yo en solitario pero me mostró los mismos encantos.
También le acabo de dedicar un post en mi blog.
Te leo a partir de hoy
Un saludote,
Bienvenida al blog, Iciar! ;-) A nosotros nos gustó mucho esta ciudad, y algo tiene que tener si dicen que es la ciudad más feliz del mundo, no?
EliminarMe paso por tu blog también, que ahora tengo muchas ganas de leer tu paso por esta ciudad :-)
Un saludo
Llevo con ganas de visitar Copenhagen desde hace años, cuando estuvimos mirando hacer un RoadTrip por los paises nórdicos. Algún día caerá, pero de momento me recreo leyéndote, Grace :-)
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con Verónica ¡La sirenita de la izquierda es muchísimo más guapa!! :-D
Pues si tenéis ocasión de ese roadtrip no lo descartéis, porque seguro que te va a gustar mucho!
EliminarLo de la sirenita es que me puso muy a huevo la piedra y la tentación me pudo jajajjajaj
Ciudad bonita y tranquila, pero carísima, como todo el país...Lo de la ciudad más feliz,no sé yo...Aún y todo me gusta Copenhague y también tu post.Un saludo
ResponderEliminarHola Itziar,
EliminarLa verdad es que todos los países nórdicos son bastante caros, pero bueno depende de cómo viajes puedes hacer que sea un poco más económico. A mi Copenhague me gustó mucho, y no sé si serán los más felices del mundo, pero sí que pienso que viven bastante bien. Creo que son de esos sitios que a uno no le importaría tirarse allí una temporada ;-)
Un saludo y bienvenida al blog!
Desde luego, me pareció una de estas ciudades que cuando la visites piensas..."que bien que se debe vivir aquí"...Muy buen post, y felicidades por coincidir con la sirenita. Cuando fuimos nosotros estaba "on tour" y en nuestro post de Copenhague, nos falta la dichosa fotita....
ResponderEliminarMuchas gracias, Jordi! Nosotros tuvimos suerte con que aún no hubiera mucha gente junto a la sirenita porque de casualidad decidimos hacer el tour en barco temprano por la mañana. Casualidad que nos vino de maravilla porque el sitio suele estar siempre abarrotado de gente.
EliminarUn saludo
Pues para ser el primer día pateasteis bien por la ciudad ;) que cuidad tan bonita, si ya en las fotos se ve tranquila y con otro "aire".
ResponderEliminarSigo leyendo este viaje con ganas de mas :D
Un abrazo!
Estos daneses son muy tranquilos, pero les gusta vivir bien, salir y disfrutar. Ellos sí que saben jejjejeje En general como pasa en todos los países nórdicos, las ciudades están muy cuidadas y limpias, da gusto pasear por ellas ;-)
EliminarUn abrazo, chicos!
Me ha encantado tu blog!!! Te invito a que te pases por patriciaalvaro.wordpress.com
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